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Reposo de Dios y del Creyente
1 Por tanto, temamos, no sea que permaneciendo aún la1 Lit una promesa de entrar en Su reposo2 I.e. de Dios, alguno de ustedes parezca no haberlo alcanzadoA 2 Cor 6:1; Gál 5:4; Heb 12:15. 2 Porque en verdad, a nosotros se nos ha anunciado las buenas nuevas, como también a ellos. Pero la palabra que ellos oyeron1 Lit pero la palabra oída no les aprovechó por no ir acompañada por la fe en2 Muchos mss. dicen: por no estar ellos unidos por la fe con los que la oyeronA Rom 10:17; Gál 3:2; 1 Tes 2:13. 3 Porque los que hemos creído entramos en ese reposo, tal como El ha dicho:
“Como jure en Mi ira:
‘no entraran en Mi reposoA Sal 95:11; Heb 3:11,’ ”
aunque las obras de El estaban acabadas desde la fundación del mundoB Mat 25:34.
4 Porque así ha dicho en cierto lugarA Heb 2:6 acerca del séptimo día: “Y Dios reposo en el septimo dia de todas Sus obrasB Gn 2:2; Ex 20:11; 31:17;” 5 y otra vez en este pasaje: “no entraran en Mi reposoA Sal 95:11; Heb 3:11.” 6 Por tanto, puesto que todavía falta que algunos entren en él, y aquéllos a quienes antes se les anunció las buenas nuevas no entraron por causa de su desobediencia (incredulidad)A Heb 3:18; 4:11,
7 Dios otra vez fija un día: Hoy. Diciendo por medio de1 O en David después de mucho tiempo, como se ha dicho antes:
“Si ustedes oyen hoy Su voz, no endurezcan sus corazonesA Sal 95:7, 8; Heb 3:7, 8.”
8 Porque si Josué1 Gr Jesús les hubiera dado reposoA Jos 22:4, Dios no habría hablado de otro día después de ése. 9 Queda, por tanto, un reposo sagrado para el pueblo de Dios.
10 Pues el que ha entrado a Su reposo1 I.e. de Dios, él mismo ha reposado de sus obrasA Apoc 14:13, como Dios reposó de las SuyasB Gn 2:2; Heb 4:4. 11 Por tanto, esforcémonos por entrar en ese reposo, no sea que alguien caiga siguiendo el mismo ejemploA 2 Ped 2:6 de desobedienciaB Heb 3:18; 4:6.
Poder de la Palabra de Dios
12 Porque la palabra de DiosA Jer 23:29; Ef 5:26; Heb 6:5; 1 Ped 1:23 es vivaB Hech 7:38 y eficazC 1 Tes 2:13, y más cortante que cualquier espada de dos filosD Ef 6:17. Penetra hasta la división del alma y del espírituE 1 Tes 5:23, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir (juzgar) los pensamientos y las intenciones del corazónF Juan 12:48; 1 Cor 14:24, 25. 13 No hay cosa creada oculta a Su vista1 I.e. de DiosA Sal 33:13-15; 2 Cró 16:9, sino que todas las cosas están al descubierto2 O abiertas y desnudasB Job 26:6 ante los ojos de Aquél a quien tenemos que dar cuenta.
Jesús, el Gran Sumo Sacerdote
14 Teniendo, pues, un gran Sumo SacerdoteA Heb 2:17 que trascendió1 Lit pasó a través deB Ef 4:10; Heb 6:20; 8:1; 9:24 los cielos, Jesús, el Hijo de DiosC Mat 4:3; Heb 1:2; 6:6; 7:3; 10:29, retengamos nuestra fe2 O confesión, o profesiónD Heb 3:1. 15 Porque no tenemos un Sumo SacerdoteA Heb 2:17 que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino Uno que ha sido tentado en todo como nosotrosB Heb 2:18, pero sin pecadoC 2 Cor 5:21; Heb 7:26. 16 Por tanto, acerquémonosA Heb 7:19 con confianzaB Heb 3:6 al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna.
14:1 Lit una
24:1 I.e. de Dios
A4:1 2 Cor 6:1; Gál 5:4; Heb 12:15
14:2 Lit pero la palabra oída
24:2 Muchos mss. dicen: por no estar ellos unidos por la fe con
A4:2 Rom 10:17; Gál 3:2; 1 Tes 2:13
14:7 O en
14:8 Gr Jesús
14:10 I.e. de Dios
A4:12 Jer 23:29; Ef 5:26; Heb 6:5; 1 Ped 1:23
F4:12 Juan 12:48; 1 Cor 14:24, 25
14:13 I.e. de Dios
A4:13 Sal 33:13-15; 2 Cró 16:9
24:13 O abiertas
14:14 Lit pasó a través de
B4:14 Ef 4:10; Heb 6:20; 8:1; 9:24
C4:14 Mat 4:3; Heb 1:2; 6:6; 7:3; 10:29
24:14 O confesión, o profesión