1 Porque ustedes mismos saben, hermanos, que nuestra visita1 Lit entrada a ustedesA 1 Tes 1:9 no fue en vanoB 2 Tes 1:10, 2 sino que después de haber sufrido y sido maltratadosA Hech 14:5; 16:19-24; Fil 1:30 en FiliposB Hech 16:22-24, como saben, tuvimos el valor, confiados en nuestro Dios, de hablarlesC Hech 17:1-9 el evangelio (las buenas nuevas) de DiosD Rom 1:1 en medio de mucha oposición (de mucho conflicto)E Fil 1:30. 3 Pues nuestra exhortaciónA Hech 13:15 no procede de errorB 2 Tes 2:11 ni de impurezaC 1 Tes 4:7 ni es con engañoD 2 Cor 4:2, 4 sino que así como hemos sido aprobados por DiosA 2 Cor 2:17 para que se nos confiara el evangelioB Gál 2:7, así hablamos, no como agradando a los hombres, sino a DiosC Gál 1:10 que examina1 O aprueba nuestros corazonesD Rom 8:27. 5 Porque como saben, nunca fuimos1 Lit nos presentamos a ustedes con palabras lisonjeras, ni con pretexto para sacar provechoA Hech 20:33; 2 Ped 2:3. Dios es testigoB Rom 1:9; 1 Tes 2:10. 6 Tampoco buscamos gloria de los hombresA Juan 5:41, 44; 2 Cor 4:5, ni de ustedes ni de otros, aunque como apóstoles de Cristo hubiéramos podido imponer nuestra autoridad1 O ser cargaB 1 Cor 9:1, 2.

7 Más bien demostramos ser1 Lit nos hicimos benignos2 Algunos mss. antiguos dicen: niñosA 2 Tim 2:24 entre3 Lit en medio de ustedes, como una madre que cría con ternura a sus propios hijosB Gál 4:19; 1 Tes 2:11. 8 Teniendo así un gran afecto por ustedes, nos hemos complacido en impartirlesA 2 Cor 12:15; 1 Jn 3:16 no sólo el evangelio de DiosB Rom 1:1, sino también nuestras propias vidas1 O almas, pues llegaron a ser muy amados para nosotros. 9 Porque recuerdan, hermanos, nuestros trabajos y fatigasA Fil 4:16; 2 Tes 3:8, cómo, trabajando de día y de nocheB Hech 18:3 para no ser cargaC 1 Cor 9:4, 5; 2 Cor 11:9 a ninguno de ustedes, les proclamamos el evangelio de DiosD Rom 1:1.

10 Ustedes son testigos, y también DiosA 1 Tes 2:5, de cuán santa, justa e irreprensiblemente nos comportamos (nos hicimos) con ustedesB 2 Cor 1:12; 1 Tes 1:5 los creyentes. 11 Saben además de qué manera los exhortábamosA 1 Tes 5:14, alentábamos e implorábamos (testificábamos) a cada uno de ustedesB Luc 16:28; 1 Tes 4:6, como un padre lo haría con sus propios hijosC 1 Cor 4:14; 1 Tes 2:7, 12 para que anduvieran como es dignoA Ef 4:1 del Dios que los ha llamado1 O llama a Su reinoB Rom 8:28; 1 Tes 5:24; 2 Tes 2:14 y a Su gloriaC 2 Cor 4:6; 1 Ped 5:10.

13 Por esto también nosotros sin cesar damos gracias a DiosA Rom 1:8; 1 Tes 1:2 de que cuando recibieron la palabra de Dios que oyeron de nosotrosB Rom 10:17; Heb 4:2, la aceptaron no como la palabra de hombres, sino como lo que realmente es, la palabra de DiosC Mat 10:20; Gál 4:14, la cual también hace su obraD Heb 4:12 en ustedes los que creen. 14 Pues ustedes, hermanos, llegaron a ser imitadoresA 1 Tes 1:6 de las iglesias de Dios en Cristo JesúsB 1 Cor 7:17; 10:32 que están en JudeaC Gál 1:22, porque también ustedes padecieron los mismos sufrimientos a manos de sus propios compatriotasD Hech 17:5; 1 Tes 3:4; 2 Tes 1:4, 5, tal como ellos padecieron a manos de los JudíosE Heb 10:33, 34.

15 Estos mataron tanto al Señor JesúsA Luc 24:20; Hech 2:23 como a los profetasB Mat 5:12; Hech 7:52, y a nosotros nos expulsaron1 O nos persiguieron, y no agradan a Dios sino que2 Lit y son contrarios a todos los hombres, 16 impidiéndonos (prohibiéndonos) hablar a los GentilesA Hech 9:23; 13:45, 50; 14:2, 5, 19; 17:5, 13; 18:12; 21:21, 22, 27; 25:2, 7 para que se salvenB 1 Cor 10:33, con el resultado de que siempre llenan la medida de sus pecadosC Gn 15:16; Dan 8:23; Mat 23:32. Pero la iraD 1 Tes 1:10 de Dios ha venido sobre ellos hasta el extremo (totalmente).

17 Pero nosotros, hermanos, separados de ustedes por breve tiempo1 Lit por espacio de una hora, en persona2 Lit rostro pero no en espíritu3 Lit corazónA 1 Cor 5:3, estábamos muy ansiosos, con profundo deseo de ir a verlosB 1 Tes 3:10. 18 Ya que queríamos ir a ustedesA Rom 15:22, al menos yo, Pablo, más de una vez1 Lit tanto una vez como dosB Fil 4:16; pero SatanásC Mat 4:10 nos lo ha impedidoD Rom 1:13; 15:22. 19 Porque ¿quién es nuestra esperanza o gozo o corona de gloriaA Fil 4:1? ¿No lo son ustedes en la presencia de nuestro Señor Jesús en Su venida1 O presenciaB Mat 16:27; Mar 8:38; Juan 21:22; 1 Tes 3:13; 4:15; 5:23? 20 Pues ustedes son nuestra gloriaA 2 Cor 1:14 y nuestro gozo.