1 Cuando llegó el mes séptimo, y ya estando los Israelitas en las ciudades, el pueblo se reunió como un solo hombre en JerusalénA Neh 7:73; 8:1. 2 Entonces JesúaA Neh 12:1, 8, hijo de Josadac, con sus hermanos los sacerdotes, y ZorobabelB Esd 2:2, hijo de SalatielC 1 Cró 3:17; Hag 1:1; 2:2, con sus hermanos, se levantaron y edificaron el altar del Dios de IsraelD Ex 27:1, para ofrecer holocaustos sobre él, como está escrito en la ley de Moisés, hombre de DiosE Dt 12:5, 6. 3 Asentaron el altar sobre su base, porque estaban aterrorizados a causa de los pueblos de aquellas tierrasA Esd 4:4; y sobre él ofrecieron holocaustos al Señor, los holocaustos de la mañana y de la tardeB Núm 28:2.

4 Celebraron la Fiesta de los Tabernáculos (de las Enramadas)A Neh 8:14; Zac 14:16 como está escritoB Ex 23:16, con el número diario de holocaustos, conforme a lo prescrito para cada díaC Núm 29:12; 5 y después ofrecieron el holocausto continuoA Ex 29:38; Núm 28:3, y los de las lunas nuevas, los de todas las fiestas señaladas del Señor que habían sido consagradas, y los de todos aquéllos que ofrecían una ofrenda voluntaria al SeñorB Núm 28:11; 29:39. 6 Desde el primer día del mes séptimo comenzaron a ofrecer holocaustos al Señor, pero los cimientos del templo del Señor no se habían echado todavía.

7 Entonces dieron dinero a los canteros y a los carpinteros, y alimento, bebida y aceite a los Sidonios y a los TiriosA 2 Cró 2:10; Hech 12:20 para que trajeran madera de cedro desde el Líbano por mar hasta JopeB 2 Cró 2:16; Hech 9:36, conforme al permiso que tenían de Ciro, rey de PersiaC Esd 1:2; 6:3. 8 Y en el segundo año de su llegada a la casa de Dios en Jerusalén, en el mes segundo, Zorobabel, hijo de Salatiel, y Jesúa, hijo de Josadac, y los demás de sus hermanos los sacerdotes y los LevitasA Esd 3:2; 4:3, y todos los que habían venido de la cautividad a Jerusalén, comenzaron la obra y designaron a los Levitas de veinte años arriba para dirigir la obra de la casa del SeñorB 1 Cró 23:4, 24. 9 Entonces Jesúa, con sus hijos y sus hermanos, Cadmiel con sus hijos, los hijos de JudáA Esd 2:40 y los hijos de Henadad con sus hijos y sus hermanos los Levitas, se presentaron todos a una para dirigir a los obreros en la casa de Dios.

10 Cuando los albañiles terminaron de echar los cimientos del templo del SeñorA Zac 4:6-10, se presentaron los sacerdotes en sus vestiduras, con trompetas, y los Levitas, hijos de Asaf, con címbalos, para alabar al Señor conforme a las instrucciones del rey David de IsraelB 1 Cró 6:31; 25:1. 11 Y cantaban, alabando y dando gracias al SeñorA 2 Cró 7:3; Neh 12:24, 40: “Porque El es bueno, porque para siempre es Su misericordia sobre IsraelB 1 Cró 16:34; 2 Cró 5:13; Sal 100:5; 106:1; 107:1; 118:1; 131:1; Jer 33:11.” Y todo el pueblo aclamaba a gran voz alabando al Señor porque se habían echado los cimientos de la casa del Señor. 12 Pero muchos sacerdotes y Levitas y jefes de casas paternas, que ya eran ancianos y que habían visto el primer templo1 Lit casaA Hag 2:3, cuando se echaban los cimientos de este templo1 Lit casa delante de sus ojos, lloraban en alta voz mientras muchos daban gritos de alegría. 13 Así que el pueblo no podía distinguir entre el clamor de los gritos de alegría y el clamor del llanto del pueblo, porque el pueblo gritaba en voz alta, y se oía el clamor desde lejos.