1 El año segundo del rey DaríoA Esd 4:24, en el mes sexto, el día primero del mes, vino la palabra del Señor por medio del profeta HageoB Esd 5:1; 6:14; Hag 1:3, 12, 13; 2:1, 10, 20 a Zorobabel, hijo de SalatielC Esd 2:2; Neh 7:7; Hag 1:12, 14; Zac 4:6; Mat 1:12, 13, gobernadorD 1 Rey 10:15; Esd 5:3 de Judá, y al sumo sacerdote Josué, hijo de JosadacE Zac 6:11: 2 “Así dice el Señor de los ejércitos: ‘Este pueblo dice: “No ha llegado el tiempo, el tiempo de que la casa del Señor sea reedificada.” ’ ” 3 Entonces vino la palabra del Señor por medio del profeta Hageo: 4 “¿Es acaso tiempo para que ustedes habiten en sus casas artesonadas mientras esta casa está desoladaA Jer 33:10, 12; Hag 1:9?”

5 Ahora pues, así dice el Señor de los ejércitos: “¡Consideren bien sus caminos! 6 Siembran mucho, pero recogen pocoA Dt 28:38-40; Os 8:7; Hag 1:9, 10; 2:16, 17; comen, pero no hay suficiente para que se sacien; beben, pero no hay suficiente para que se embriaguen; se visten, pero nadie se calienta; y el que recibe salario, recibe salario en bolsa rota.”

7 Así dice el Señor de los ejércitos: “¡Consideren bien sus caminos! 8 Suban al monte, traigan madera y reedifiquen el temploA 1 Rey 6:1, para que me agrade de él y Yo sea glorificadoB Sal 132:13, 14; Hag 2:7, 9,” dice el Señor. 9 “Esperan mucho, pero hay pocoA Prv 27:20; Ecl 1:8; y lo que traen a casa, Yo lo avientoB Isa 40:7.” “¿Por qué?” declara el Señor de los ejércitos. “Por causa de Mi casa que está desoladaC Hag 1:4, mientras cada uno de ustedes corre a su casa.

10 Por tanto, por causa de ustedes, los cielos han retenido su rocío y la tierra ha retenido su frutoA Dt 28:23, 24; 1 Rey 17:1; Joel 1:18-20. 11 Llamé a la sequía sobre la tierra, sobre los montes, sobre el trigo, sobre el vino nuevo, sobre el aceite, sobre lo que produce la tierra, sobre los hombres, sobre el ganadoA Dt 28:22; Jer 14:2-6; Mal 3:9, 11 y sobre todo el trabajo de sus manosB Hag 2:17.”

12 Entonces Zorobabel, hijo de SalatielA Hag 1:1, el sumo sacerdote Josué, hijo de JosadacB Hag 1:14; 2:2, y todo el remanente del pueblo, obedecieron la voz del Señor su DiosC Isa 1:19; 1 Tes 2:13 y las palabras del profeta Hageo, como el Señor su Dios le había mandado. Y temió el pueblo delante del SeñorD Dt 31:12, 13; Sal 112:1; Isa 50:10. 13 Entonces Hageo, mensajero del Señor, por mandato1 Lit mensajeA Isa 44:26; Ezq 3:17; Mal 2:7; 3:1 del Señor, habló al pueblo: “Yo estoy con ustedes,” declara el SeñorB Sal 46:11; Isa 41:10; 43:2. 14 Y el Señor despertó el espíritu de Zorobabel, hijo de SalatielA Hag 1:1; 2:2, 21, gobernador de Judá, y el espíritu del sumo sacerdote Josué, hijo de JosadacB Hag 1:12, y el espíritu de todo el remanente del pueblo. Así que vinieron y comenzaron la obra en la casa del Señor de los ejércitos, su DiosC Esd 5:2; Neh 4:6, 15 el día veinticuatro del mes sexto, en el año segundo del rey Darío.