1 AceptenA Hech 28:2; Rom 11:15; 14:3; 15:7 al que es débil en la feB Rom 14:2; 15:1; 1 Cor 8:9 y sig.; 9:22, pero no para juzgar sus opiniones. 2 Uno tiene fe en que puede comer de todoA Rom 14:14, pero el que es débilB Rom 14:1; 15:1; 1 Cor 8:9 y sig.; 9:22 sólo come legumbres. 3 El que come no desprecie al que no comeA Luc 18:9; Rom 14:10, y el que no come no juzgueB Rom 14:10, 13; Col 2:16 al que come, porque Dios lo ha aceptadoC Hech 28:2; Rom 11:15; 14:1; 15:7.

4 ¿Quién eres tú para juzgar al criado (siervo) de otroA Rom 9:20; Sant 4:12? Para su propio amo (señor) está en pie o cae. En pie se mantendrá, porque poderoso es el Señor para sostenerlo en pie. 5 Uno juzga que un día es superior a otroA Gál 4:10, otro juzga iguales todos los días. Cada cual esté plenamente convencido según su propio sentir (su propia mente)B Luc 1:1; Rom 4:21; 14:23. 6 El que guarda cierto1 Lit el día, para el Señor lo guarda. El que come, para el Señor come, pues da gracias a DiosA Mat 14:19; 15:36; 1 Cor 10:30; 1 Tim 4:3, 4; y el que no come, para el Señor se abstiene2 Lit no come, y da gracias a Dios.

7 Porque ninguno de nosotros vive para sí mismo, y ninguno muere para sí mismoA Rom 8:38, 39; 2 Cor 5:15; Gál 2:20; Fil 1:20, 21. 8 Pues si vivimos, para el Señor vivimos, y si morimos, para el Señor morimos. Por tanto, ya sea que vivamos o que muramosA Luc 20:38; Fil 1:20; 1 Tes 5:10; Apoc 14:13, del Señor somos. 9 Porque para esto Cristo murió y resucitó1 Lit volvió a vivirA Apoc 1:18; 2:8, para ser SeñorB Mat 28:18; Juan 12:24; Fil 2:11; 1 Tes 5:10 tanto de los muertos como de los vivos.

10 Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O también, tú, ¿por qué despreciasA Luc 18:9; Rom 14:3 a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de DiosB Rom 2:16; 2 Cor 5:10. 11 Porque está escrito:

13 Por tanto, ya no nos juzguemosA Mat 7:1; Rom 14:3 los unos a los otros, sino más bien decidan esto: no poner obstáculo o piedra de tropiezo al hermanoB 1 Cor 8:13. 14 Yo sé, y estoy convencido en el Señor Jesús, de que nada es inmundo en sí mismo; pero para el que estima que algo es inmundo, para él lo esA Hech 10:15; Rom 14:2, 20; 1 Cor 8:7. 15 Porque si por causa de la comida tu hermano se entristece, ya no andas conforme al amorA Ef 5:2. No destruyas con tu comida a aquél por quien Cristo murióB Rom 14:20; 1 Cor 8:11.

16 Por tanto, no permitan que se hable mal de1 Lit se blasfeme lo que para ustedes es buenoA 1 Cor 10:30; Tito 2:5. 17 Porque el reino de Dios no es comida ni bebidaA 1 Cor 8:8, sino justicia y paz y gozo en el Espíritu SantoB Rom 15:13; Gál 5:22. 18 Porque el que de esta manera sirve a CristoA Rom 16:18, es aceptable a Dios y aprobado por los hombresB 2 Cor 8:21; Fil 4:8; 1 Ped 2:12.

19 Así que procuremos lo que contribuye a la pazA Sal 34:14; Rom 12:18; 1 Cor 7:15; 2 Tim 2:22; Heb 12:14 y a la edificación mutuaB Rom 15:2; 1 Cor 10:23; 14:3, 4, 26; 2 Cor 12:19; Ef 4:12, 29. 20 No destruyas la obra de Dios por causa de la comidaA Rom 14:15. En realidad, todas las cosas son limpiasB Hech 10:15; Rom 14:2, 14, pero son malas para el hombre que escandaliza (que ofende) a otro al comerC 1 Cor 8:9-12. 21 Es mejor1 Lit bueno no comer carne, ni beber vino, ni hacer nada en que tu hermano tropiece (se ofenda)A 1 Cor 8:13.

22 La fe que tú tienes, tenla conforme a tu propia convicción1 Lit conforme a ti mismo delante de Dios. Dichoso el que no se condena a sí mismoA 1 Jn 3:21 en lo que aprueba. 23 Pero el que dudaA Rom 14:5, si come se condena, porque no lo hace por fe. Todo lo que no procede de fe, es pecado.