1 Sean imitadores de míA 1 Cor 4:16; Fil 3:17, como también yo lo soy de Cristo.

2 Los alaboA 1 Cor 11:17, 22 porque en todo se acuerdan de míB 1 Cor 4:17; 15:2; 1 Tes 1:6; 3:6 y guardan las tradiciones con firmeza, tal como yo se las entreguéC 2 Tes 2:15; 3:6. 3 Pero quiero que sepan que la cabezaA Ef 1:22; 4:15; Col 1:18; 2:19 de todo hombre es Cristo (el Mesías), y la cabeza de la mujer es el hombreB Gn 3:16; Ef 5:23, y la cabeza de Cristo es DiosC 1 Cor 3:23. 4 Todo hombre que cubre su cabeza mientras ora o profetizaA Hech 13:1; 1 Tes 5:20, deshonra su cabeza. 5 Pero toda mujer que tiene la cabeza descubierta mientras ora o profetizaA Luc 2:36; Hech 21:9; 1 Cor 14:34, deshonra su cabeza, porque se hace una con la que está rapadaB Dt 21:12.

6 Porque si la mujer no se cubre la cabeza, que también se corte el cabello; pero si es deshonroso para la mujer cortarse el cabello, o raparse, que se cubra. 7 Pues el hombre no debe cubrirse la cabeza, ya que él es la imagen y gloria de DiosA Gn 1:26; 5:1; 9:6; Sant 3:9, pero la mujer es la gloria del hombre. 8 Porque el hombre no procede1 Lit no es de la mujer, sino la mujer del hombreA Gn 2:21-23; 1 Tim 2:13. 9 En verdad el hombre no fue creado a causa de la mujer, sino la mujer a causa del hombreA Gn 2:18. 10 Por tanto, la mujer debe tener un símbolo de autoridad sobre la cabeza, por causa de los ángeles.

11 Sin embargo, en el Señor, ni la mujer es independiente del1 Lit es sin hombre, ni el hombre independiente de la2 Lit sin mujer. 12 Porque así como la mujer procede del hombre, también el hombre nace de la mujer; y todas las cosas proceden de DiosA Rom 11:36; 2 Cor 5:18. 13 JuzguenA Luc 12:57 ustedes mismos: ¿es propio que la mujer ore a Dios con la cabeza descubierta? 14 ¿No les enseña la misma naturaleza que si el hombre tiene el cabello largo le es deshonra, 15 pero que si la mujer tiene el cabello largo le es una gloria? Pues a ella el cabello le es dado por velo. 16 Pero si alguien parece ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbreA 1 Cor 4:5; 9:1-3, 6, ni la tienen las iglesias de DiosB 1 Cor 7:17.

17 Pero al darles estas instrucciones, no los alaboA 1 Cor 11:2, 22, porque no se congregan para lo bueno1 O mejor, sino para lo malo2 O peor. 18 Pues, en primer lugar, oigo que cuando se reúnen como iglesia1 Lit en iglesia hay divisiones2 Lit cismasA 1 Cor 1:10; 3:3 entre ustedes, y en parte lo creo. 19 Porque es necesario que entre ustedes haya bandosA Mat 18:7; Luc 17:1; 1 Tim 4:1; 2 Ped 2:1, a fin de que se manifiesten entre ustedes los que son aprobadosB Dt 13:3; 1 Jn 2:19.

20 Por tanto, cuando se reúnen, esto ya no es comer la Cena del Señor. 21 Porque al comer, cada uno toma primero su propia cena, y uno pasa hambre y otro se embriagaA Jud 12. 22 ¿Qué? ¿No tienen casas para comer y beber? ¿O desprecian la iglesia de DiosA 1 Cor 10:32 y avergüenzan a los que nada tienenB Sant 2:6? ¿Qué les diré? ¿Los alabaré? En esto no los alabaréC 1 Cor 11:2, 17.

23 Porque yo recibí del Señor lo mismo que les he enseñado1 Lit entreguéA 1 Cor 15:3; Gál 1:12; Col 3:24: que B 1 Cor 11:23-25: Mat 26:26-28; Mar 14:22-24; Luc 22:17-20; 1 Cor 10:16el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan, 24 y después de dar gracias, lo partió y dijo: “Esto es Mi cuerpo que es1 Algunos mss. dicen: es partido para ustedes; hagan esto en memoria de Mí.”

25 De la misma manera tomó también la copa después de haber cenado, diciendo: “Esta copa es el nuevo pactoA 2 Cor 3:6 en Mi sangreB Ex 24:6-8; Luc 22:20; 1 Cor 10:16; hagan esto cuantas veces la beban en memoria de Mí.” 26 Porque todas las veces que coman este pan y beban esta copa, proclaman la muerte del Señor hasta que El vengaA Juan 21:22; 1 Cor 4:5.

27 De manera que el que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será culpable del cuerpo y de la sangre del SeñorA Heb 10:29. 28 Por tanto, examínese cada uno1 Lit hombre a sí mismoA Mat 26:22; 2 Cor 13:5; Gál 6:4, y entonces coma del pan y beba de la copa. 29 Porque el que come y bebe sin discernir correctamente el cuerpo del Señor, come y bebe juicio para sí. 30 Por esta razón hay muchos débiles y enfermos entre ustedes, y muchos duermen (han muerto)A Hech 7:60. 31 Pero si nos juzgáramos a nosotros mismos, no seríamos juzgados. 32 Pero cuando somos juzgados, el Señor nos disciplinaA 2 Sam 7:14; Sal 94:12; Heb 12:7-10; Apoc 3:19 para que no seamos condenados con el mundoB 1 Cor 1:20.

33 Así que, hermanos míos, cuando se reúnan para comer, espérense unos a otros. 34 Si alguien tiene hambreA 1 Cor 11:21, coma en su casaB 1 Cor 11:22, para que no se reúnan para juicio. Los demás asuntos los arreglaréC 1 Cor 4:17; 7:17; 16:1 cuando vayaD 1 Cor 4:19.