1 Entonces Ana oró y dijoA 1 Sam 2:1-10; Luc 1:46-55:

11 Entonces Elcana regresó a RamáA 1 Sam 1:1, 19, a su casa. Y el niño Samuel se quedó sirviendo al Señor delante del sacerdote ElíB 1 Sam 1:28; 2:18; 3:1.

12 Pero los hijos de Elí eran hombres indignos1 Lit hijos de BelialA Jer 2:8; 9:3, 6; 2 Cor 6:15; no conocían al Señor 13 ni la costumbre de los sacerdotes con el pueblo: cuando alguien ofrecía sacrificioA Lv 7:29-34, venía el criado del sacerdote con un tenedor de tres dientes en su mano mientras se cocía la carne, 14 lo introducía en la cazuela, la olla, la caldera o el caldero, y todo lo que el tenedor sacaba, lo tomaba el sacerdote para sí. Así hacían ellos en Silo con todos los Israelitas que iban allí. 15 Además, antes de quemar la grasaA Lv 3:3-5, 16, el criado del sacerdote venía y decía al hombre que ofrecía el sacrificio: “Da al sacerdote carne para asar, pues no aceptará de ti carne cocida, sino solamente cruda.” 16 Y si el hombre le decía: “¿Ciertamente deben quemar primero1 Lit como el día; i.e. como de costumbre la grasa y después toma todo lo que quieras2 Lit tu alma quiera;” él respondía: “No, sino que me la darás ahora, y si no la tomaré por la fuerza.” 17 El pecado de los jóvenes era muy grande delante del Señor, porque1 Lit porque los hombres despreciaban la ofrenda del SeñorA Mal 2:7-9.

18 Samuel, siendo niño, ministraba delante del SeñorA 1 Sam 2:11; 3:1 usando1 Lit ceñido con un efod de linoB 1 Sam 2:28; 22:18; 2 Sam 6:14; 1 Cró 15:27. 19 Su madre le hacía una túnica pequeña cada añoA Ex 28:31, y se la traía cuando subía con su marido a ofrecer el sacrificio anualB 1 Sam 1:3, 21. 20 Entonces Elí bendecía a Elcana y a su mujer, y decíaA Luc 2:34: “Que el Señor te dé hijos1 Lit simiente de esta mujer en lugar del que ella dedicó2 Lit del que fue pedido y fue cedido al SeñorB 1 Sam 1:11, 27, 28.” Y regresaban a su casa3 Lit lugar. 21 El Señor visitó a AnaA Gn 21:1, y ella concibió y dio a luz tres hijos y dos hijas. Y el niño Samuel crecía delante del SeñorB Jue 13:24; 1 Sam 2:26; 3:19-21; Luc 1:80; 2:40.

22 Elí era ya muy anciano; y oyó todo lo que sus hijos estaban haciendo a todo IsraelA 1 Sam 2:13-17, y cómo se acostaban con las mujeres que servían a la entrada de la tienda de reuniónB Ex 38:8, 23 y les preguntó: “¿Por qué hacen estas cosas, las cosas malas de que oigo hablar a todo este pueblo? 24 No, hijos míos; porque no es bueno el informe que oigo circular por el1 O que oigo, haciendo pecar al pueblo del SeñorA 1 Rey 15:26. 25 Si un hombre peca contra otro, Dios mediará por élA Dt 1:17; pero si un hombre peca contra el Señor, ¿quién intercederá por élB Núm 15:30; 1 Sam 3:14; Heb 10:26, 27?” Pero ellos no escucharon la voz de su padre, porque el Señor quería que murieranC Jos 11:20. 26 Y el niño Samuel crecía en estatura y en gracia1 Lit continuaba grande y bueno para con el Señor y para con los hombresA 1 Sam 2:21; Luc 2:52.

27 Entonces un hombre de DiosA Dt 33:1; Jue 13:6 vino a Elí y le dijo: “Así dice el Señor: ‘¿No me revelé ciertamente a la casa de tu padre cuando ellos estaban en EgiptoB Ex 4:14-16; 12:1, 43 como esclavos de la casa de Faraón? 28 ‘¿No los escogí de entre todas las tribus (la de Leví) de Israel para ser Mis sacerdotes, para subir a Mi altar, para quemar incienso, para llevar un efod delante de MíA Ex 28:1-4; 30:7, 8; Lv 8:7, 8? ¿No le di a la casa de tu padre todas las ofrendas encendidas de los IsraelitasB Lv 7:35, 36? 29 ‘¿Por qué pisotean Mi sacrificioA 1 Sam 2:13-17 y Mi ofrenda que he ordenado en Mi moradaB Dt 12:5-9; Sal 26:8, y honras a tus hijos más que a MíC Mat 10:37, engordándose ustedes con lo mejor1 O primero de cada ofrenda de Mi pueblo Israel?’ 30 Por tanto, el Señor, Dios de Israel, declara: ‘Ciertamente Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de Mí para siempreA Ex 29:9; Núm 25:13;’ pero ahora el Señor declara: ‘Lejos esté esto de Mí, porque Yo honraré a los que Me honranB Sal 50:23, y los que Me desprecian serán tenidos en pocoC Mal 2:9. 31 Por tanto, vienen días cuando cortaré tu fuerza1 Lit brazo, y la fuerza1 Lit brazo de la casa de tu padre, y no habrá anciano en tu casaA 1 Sam 4:11-18; 22:17-20. 32 Y verás la angustia de Mi moradaA 1 Rey 2:26, 27, a pesar de todo el bien que hago1 Lit hace a Israel; y nunca habrá ancianoB Zac 8:4 en tu casa.

33 Sin embargo, a algunos de los tuyos no cortaré de Mi altar para que tus ojos se consuman llorando y tu alma sufra1 Lit para consumir tus ojos y entristecer tu alma; pero todos los nacidos en tu casa morirán2 Lit todo el aumento en tu casa morirá en la flor de la juventud3 Lit como hombres. 34 Y para ti, ésta será la señalA 1 Sam 10:7-9; 1 Rey 13:3 que vendrá en cuanto a tus dos hijos, Ofni y Finees: en el mismo día morirán los dosB 1 Sam 4:11, 17. 35 Pero levantaré para Mí un sacerdote fiel que hará conforme a los deseos de1 Lit en Mi corazón y de1 Lit en Mi almaA 1 Sam 3:1; 7:9; 9:12, 13; y le edificaré una casa duraderaB 1 Sam 8:3-5; 25:28; 2 Sam 7:11, 27; 1 Rey 11:38, y él andará siempre2 Lit todos los días delante de Mi ungidoC 1 Sam 10:9, 10; 12:3; 16:13. 36 Y todo aquél que haya quedado de tu casa vendrá y se postrará ante él por una moneda1 O un pago de plata o una torta de pan, y le dirá: “Asígname2 Lit Agrégame a uno de los oficios sacerdotales para que pueda comer un bocado de pan.” ’ ”